miércoles, 21 de noviembre de 2007

SoÑaRé Q aLGuN Día Te VueLVo a VeR


[.Dicen que de sueños e ilusiones se vive…
Así que no dejaré de soñar
que algún día te vuelvo a ver.
Me hubiera gustado llevarte a Cadaquès.
Ese sitio donde sólo las princesas pueden visitar.
Sólo quiero que sepas que lo daría todo por ti,
por seguirte viendo y poder escucharte.
Con tan sólo tu sonrisa soy feliz,
no te pido un beso, sino una mirada.
No te pido un “te quiero” sólo un “hola”.
No pido que te acuestes conmigo, sino que escuches mis latidos.
Me muero de intriga por seguirte conociendo . . . ]










*yAiZa*

lunes, 19 de noviembre de 2007

SiN Ti


No puedo callar más...


T E N E C E S I T O !




Este silencio me está matando.
yAiZa

Mi LuZ DeSVaNeCió


No se si leerás esto algún día, pero yo necesito contarlo en un papel. Hay tantas cosas que no puedo entender… Pero debo suponer que la vida trata de eso.
Me pregunto si fue verdad lo que me dijiste hasta ahora o tan sólo fue probar algo nuevo. No entiendo que de un día para el otro todo haya cambiado tanto. Quizás fue alguien que te hablo mal de lo nuestro, quizás te dejaste convencer de que algo así no puede ocurrir en una noche. O tal vez, te dejaste ganar por el miedo. Yo también tengo dudas y temores, pero apostaría por ti. Yo gané al miedo, pero el amor me venció a mí. Y así estoy, ahogándome en mi propio mar de lágrimas, esperando una llamada, un simple mensaje o una carta imaginaria. Tuve un sueño precioso y he despertado en la peor pesadilla. ¿Cómo entender?
Te conocí y mi vida se llenó de luz en un momento en que oscurecía. Le diste una claridad que ni el mismo despertar me dio nunca. Y ahora vuelvo a estar sin tu candil, sin nada que me dé calor por las noches frías. Te necesito; necesito tu voz, tus abrazos, tus sonrisas, tus historias… te necesito a ti entera.
Cada cinco minutos miro tus fotos, cierro los ojos e imagino que estás aquí conmigo. Y en ese instante, vuelvo a ser feliz, pero cuando vuelvo a abrir, ya no estás aquí, y vuelve la tristeza en mí.
*yAiZa*

martes, 13 de noviembre de 2007

Si Tu No VueLveS



Si tú no vuelves, se secaran todos los mares y esperaré sin ti tapiada en el fondo de algún recuerdo. Si tú no vuelves, mi voluntad se hará pequeña. Me quedaré aquí, junto a mi perro espiando horizontes. Si tú no vuelves, no quedarán más que desiertos. Escucharé por si algún latido le queda ha esta tierra que era tan serena cuando me querías. En ella había un perfumo fresco que yo respiraba, era tan bonita… era así de grande y no tenía fin. Y cada noche vendrá una estrella ha hacerme compañía que te cuente cómo estoy, que sepas lo que hay. Y dime “amor estoy aquí, lo ves”.

Si no vuelves no habrá vida, no sé lo que haré. Si tú no vuelves, no habrá esperanza ni habrá nada. Caminaré sin ti con mi tristeza bebiendo lluvia.



(canción de Amaral&Chetes)

lunes, 12 de noviembre de 2007

¿Sabes?


¿Sabes? No pido nada más que estar entre tus brazos y huir de todo el mal. ¿Sabes? No dejo de pensar que estoy enamorada. Te quiero confesar que soy sólo una esclava que no sabe vivir sin ti. Cuando llegaste tú, te metiste en mi ser, encendiste la luz, me llenaste de fe. Tanto tiempo busqué, pero al fin te encontré tan perfecta como te imaginé. Como aguja en un pajar, te busqué sin cesar. Como huella en el mar, tan difícil de hallar. ¿Sabes? Te quiero confesar que te encuentro irresistible. No dejo de pensar que haría lo imposible por quedarme cerca de ti.





(letra de Reik)

De lo más alto caí





Sabía que con tanta subida, algún día caería… y así ha sido; he subido en lo más alto del cielo, me has hecho volar, pero algo falló, mi ala se rompió y mi cuerpo cayó. Ya sabía yo que lo ángeles no eran alcanzables para mí. Y aquí estoy, ahogada entre mi mar de lágrimas y con un montón de sueños rotos a cachitos. Pedacito a pedacito iré recomponiendo este puzzle roto.





*yAiZa*


domingo, 11 de noviembre de 2007

con tu compañía


Al fin pude estar, una vez más, a tu lado.
Pensé caer, y tú me recogiste.
Sábado por la noche y un despertar de domingo genial,
pero volví a separarme de ti.
Y vuelvo a estar igual;
con más ganas de ti y con tu ausencia,
aunque me llevo un cachito de tu corazón en la manga.
Tal vez la distancia no sea nuestra aliada,
pero mis sentidos se alegran de haberte visto.
El mar con tus suspiros de fondo se ruborizó
y produjo oleaje salvaje
y ahí estábamos, para combatir el aire.
Y me llevé la mitad de tu casa, lo reconozco,
pero no lo más importante, que eres tú.
Me encantó descubrir tu ciudad, los portales de ella
y los besos perdidos que quedaron grabados en sus callejones.
Fue todo tan bonito… igual a tu belleza.
La próxima vez, te recibiré en mi pueblo
y los abrazos dejarán huellas por mis calles.
Hasta entonces, seguiré soñando…


*yAiZa*


viernes, 9 de noviembre de 2007

¿CóMo HaBLaR?


Es el destino quien nos lleva y nos guía, nos separa y nos une, a través de la vida. Nos dijimos adiós, volvimos a vernos una noche de sábado. Otro país, otra ciudad, otra vida, pero la misma mirada felina. A veces te quiero comer. ¿Cómo hablar? Si cada parte de mi mente es tuya y si no encuentro la palabra exacta. ¿Cómo decirte? Que me has ganado poquito a poco tú que llegaste por casualidad.



(letra de Amaral)





*yAiZa*

jueves, 8 de noviembre de 2007

qUe FLuYa Lo CuRSi


Que fluya lo cursi. Contigo me da igual vestirme de rosa, salir a comprar flores blancas para mi portal. Que fluya lo cursi si contigo he de tener tu olor en la cama, tu pelo en mis manos, un abrazo de verdad. Me quito el sombrero cuando te veo pasar, jamás en la vida imaginé que serías algo parecido a un sueño. Me quito el sombrero cuando te veo pasar, porque en esta vida, lo bueno es dos veces bueno, y tú estás en ello. Quiero sentir que estas aquí y lo demás puede esperar. Tantos deberes por hacer y tantas noches sin dormir. Tantas historias por contar y tantos suelos que pisar. Algún día seré para ti.
Que fluya lo cursi. Escuchar ese tic-tac. El tiempo nos pasa y no nos importa, porque cada día sabe a más.
(letra de murfila)
*yAiZa*

Mi MaNo Se Ha iDo CoNTiGo


He imaginado de mil formas distintas nuestro reencuentro y todavía no sé cual de esas mil maneras de reencontrarse es la ideal. La cuestión es que en todas ellas, deseo volverte a ver, abrazarte y escucharte una vez más. Tan sólo pido eso… da igual lo que posteriormente venga. En uno de esos mil encuentros, no paramos de hablar y el sol nos saluda con un nuevo día. En uno de ellos, sólo verme, me abrazas y me das un beso. En otro, me pides más tiempo. En otro, nos emborrachamos y la noche nos devora con su locura. Así que he llegado a la conclusión, que lo mejor será no pensar en esas mil posibilidades y dejar que todo fluya. Que nos dejemos llevar como el aire y que la sinceridad nos invada. Hasta entonces, soñaré contigo como lo hice estos días, despierta o dormida, en todo momento. Y así, de esta manera, estarás conmigo.

martes, 6 de noviembre de 2007

NUEVOS SUEÑOS






Se quedan en la cama mis sueños y me salgo yo.


[.Me pierdo en ti
y en la mirada que nos delató.
Quiero volver a sumergirme en tu sonrisa,
en tus suspiros al dar la primera calada al cigarrillo.
Necesito de ti,
de tu cálida energía.
Y oír de nuevo tu vocecita
susurrando a mi oído " que bonita eres".
Perderme en tus delicadas manos
acariciando mi suave rostro,
como besar poco a poco.
Y beber de tus labios
bañándome en ellos de alcohol.
Quiero seguir con este dulce sueño
y no despertar si no es a tu lado.
Quiero que todo esto no acabe en pesadilla . . . ]


Vuelo como nunca en sueños
y espero no caer.

martes, 23 de octubre de 2007

cupido aparece sólo cuando se quiere de verdad


El destino nos unió con ese gran misterio que guardas ahí dentro. Esa timidez escondía algo muy valioso; tu ser. Una mezcla de energías; luz radiante, alegría, dulzura, secreto; todo en ti. Eres como un baso de cristal que nunca se acaba de llenar; siempre sin acabarte de conocer, porque no me paras de sorprender. Necesitas más, porque eres débil, pero yo se que algún día serás fuerte y romperás con las fuerzas que se te opongan. Además, poco a poco, aprendiste a volar a base de pequeños golpes contra el viento.
Desde un principio supe que te pertenecería, y aunque ahora crea que todo puede acabar mal, lo sigo pensando. Quedará muy cursi decirlo (desde siempre que fui así), pero fue como un flechazo. Cupido me dio en todo el corazón y me hirió de amor. Me dio en lo más fondo de ese órgano bendito y ahí estás tu clavada, esa flecha que me mata a sentimientos y emociones. Pensarás que soy algo más que se interesa por ti, pero no es sólo eso, es mucho más. Es tan grande lo que siento… es algo que no se puede explicar, que no se puede medir, ni se puede ver, tan sólo se puede sentir. Y eso se siente cuando se quiere de verdad.

miércoles, 26 de septiembre de 2007



LAS LÁGRIMAS SILENCIOSAS SE ESCURRIERON VELOCES POR SUS MEJILLAS, PENSANDO EN ÉL Y EN LO MUCHO QUE LE AMABA y todo porque no se atrevía a sacar eso que llevaba tan dentro. Esos deseos inconfensables, ese amor imposible. Por eso lloraba, por eso ese llanto infinito. Pensaba, meditaba y decidía que cuando lo viera se lo contaría, pero una vez más, se echaba atrás. Y yo le aconsejaba que no escondiera sus palabras, que no admitiera algo imposible. Las cosas se vuelven así (imposibles) cuando uno tira la toalla y ella la había tirado del todo. Pero, ¿por qué? No todo es tan difícil como ella piensa. Siempre se lo digo, pero como si nada, como si lloviera. Ella seguía con su llanto y su desconsolación. ¿Por qué es su hermano? ¿Por qué sería incesto? En el amor no hay ninguna regla, sólo la de no jugar sucio. Pero ella se sentía mal, se sentía sucia y… ¿quién ha dicho que sea malo amar? Yo desde luego que nunca. Y cuanto más pensaba en él más se ponía a llorar. Y así le pasaran los años, toda una vida sin saber si podría haber estado con él, sin saber si le podría haber dado todo eso que ella quería. Si nunca lo intentó, nunca lo sabrá y vivirá siempre con su duda. No se puede estar toda una vida así, estoy harta de decírselo, pero ¿cómo hacer el paso?

martes, 21 de agosto de 2007

EL AMOR NUNCA DICHO (basada en hechos reales)


[.En un bosque vivía un elfo que era muy tierno. Salió en busca de setas y conoció a una ninfa muy bella. El elfo nada más verla se enamoró de ella. Era una ninfa muy traviesa, le encantaba jugar a esconderse porque nunca la hallaban y siempre ganaba. Una noche, el elfo le pidió para jugar y ella volvió a ganar. Los dos se divertían mucho, pero el elfo llegó a un punto en el que no podía contener sus emociones. Habló con un amigo y le dijo:
- No puedo más, la voy a besar.
- ¿No ves que no tienes posibilidad? – contestó el amigo – Eres muy chiquitín para ella. ¿En ti cómo se va a fijar? –

El elfo volvió a su casita merodeando por la hierba fría, pensando en ella, reflexionando. Y llegó a una conclusión "lo mejor será no verla más". Pasó un tiempo y la ninfa ya lo echaba de menos. Por las noches, le pedía a los lobos que aullaran y de día, hablaba con las mariposas para que llegaran al vuelo hasta él, pero a pesar de los mensajes no aparecía por ningún rinconcito. Una tarde en la que el elfo paseaba por su caminito preferido, en el que las sombras dibujaban mil formas en su cuerpo, topó con la ninfa y salió corriendo. Corrió, corrió rápido, muy rápido, pero al ser la ninfa más grande, muy pronto lo atrapó.
- ¿A dónde ibas elfo?
- Quería correr.
- Eso está bien, pero no hace falta. Me has ganado y todavía nadie lo había hecho. Sabía que tenías algo especial.
- No soy especial, soy pequeño.
- Y gracioso.
- Pero pequeño.
- ¿Sabes una cosa? No importa lo pequeño que puedas ser, porque dentro de este cuerpecito hay algo muy grande; tu corazón. Y eso es lo importante. ¿Y por que corrías?
- ¿La verdad? Huía de ti.
- ¿Por que? ¿Acaso me tienes miedo?
- No, no. Es algo que prefiero no decir.

El amor de estos dos habitantes del bosque nunca pudo ser, pero no por el tamaño o porque no se quisieran, sino, porque ninguno de los dos se atrevió a decir “te quiero”. Ella lo esperaba de él y él de ella. Y así quedó todo, las palabras sinceras se escondieron por los rincones más insólitos del bosque. El amor perdió y la cobardía ganó el juego . . . ]

miércoles, 1 de agosto de 2007

Ese amor es de locos


Le escuché en silencio porque escupir aquella historia parecía costarle demasiado esfuerzo. La miraba y notaba vergüenza en su mirada, así que le dije si quería apagar la luz. Y así lo hizo; me empezó a contar su historia a oscuras:
Con dieciséis años recordaba cómo de pequeña compartía buenos recuerdos con una de sus mejores amigas; Andrea. Hacían juntas patinaje y en el colegio se pasaban horas y horas hablando, hasta que de repente, sin saber por qué, se separaron. Pasaron los años y nuevamente el destino las volvió a unir. La historia parecía que se repetía, ya que se volvieron a reunir patinando y en el instituto en las horas de patio. Su amistad al principio era fría, pero poco a poco empezó a consolidarse hasta coger una confianza tremenda. Cambiaron de instituto y fueron a parar al mismo sitio. Las dos juntas otra vez en el mismo lugar y momento. Parecía mentira que el destino pudiera tener esa fuerza, una fuerza imparable. La madre de Andrea y su padre comenzaron a salir, así que Andrea y ella a parte de ser amigas, eran como hermanas. De ese modo su relación todavía se fortaleció más; dormían siempre juntas, compartían muchas cenas y comidas. La confianza entre ellas pasó a ser desmesurada. Sin darse cuenta y sin tener ninguna intención acabó enamorándose de Andrea. Su amor pasó a ser obsesión y no sabía qué hacer. Pensaba en las mil posibilidades que tenía y ninguna le convencía; imaginaba en decírselo, pero no. Imaginaba en lanzarse, pero no. La opción que creyó más correcta fue callar su secreto.
Pasaron dos años y fue mayor de edad, pero todo seguía igual. No sabía cómo sacarse a Andrea de la cabeza ni tampoco cómo actuar con ella. Ese amor, esa obsesión, se le había convertido en dolor. Un dolor que parece clavársele cómo una espina en un corazón. Un corazón que no es capaz de olvidarla, que la ama sin cesar. Y todavía a día de hoy, la ama, la ama con todas sus fuerzas, la ama con locura. Y yo intento ayudarla escuchándola, charlando, pero aún así, ese amor es de locos.

domingo, 15 de julio de 2007

¿Por qué el mar es azul?


¿Por qué el mar es azul? ¿No te lo has preguntado nunca? Pues, por si te ha surgido alguna vez esta pregunta, yo tengo la respuesta en esta historia:

Érase una vez, hace mucho tiempo, la tierra bañada por el mar, como la vemos hoy mismo. Pero entonces el mar no tenía color y desde la superficie se podía ver en la profundidad. Sólo lo habitaban las sirenas que guardaban su tesoro con mucho afán.
En una isla llamada Marina habitaba un príncipe que se hacía nombrar Neptuno. Se trataba de un hombre muy ambicioso y egoísta, y nunca se conformaba con las riquezas que ya poseía. Una mañana soleada en la que el príncipe subió al faro de la isla para contemplar la belleza de su reino, observó desde la lejanía un tesoro que se hallaba en la zona más profunda del mar. Neptuno convocó a sus consejeros para que le recomendaran la manera de hacerse con el tesoro. Uno de ellos le avisó que ese botín estaba protegido por las sirenas, y el que osara acercarse a él sufriría una maldición. El príncipe no hizo caso de sus advertencias y pidió al rey que le proporcionara un ejército y barcos para poder llegar hasta el tesoro.
A la mañana siguiente, Neptuno partía con un numeroso ejército en muchísimas naves hacia donde había visto su objetivo. Cuando se colocaron en la superficie del lugar donde se hallaba el botín, el príncipe dio a cada uno de los tripulantes un traje de buzo y los hizo descender hasta el fondo. Él se quedó en la superficie esperando, hasta que se le apareció la reina de las sirenas llamada Amaral. Ella le dijo:

- Nunca nadie ha osado acercarse a este tesoro y todo el que se ha acercado perjudicado ha quedado. ¡Mira lo que le está pasando a tu ejército!

Neptuno miró al mar y fue testigo del hechizo; sus tripulantes se estaban transformando en unos seres con aletas y sin patas. Entonces Amaral prosiguió:

- A partir de ahora tu ejército pasará a formar parte del mar y les llamaré “peces”.
- Para mí este ejército no tiene valor – dijo Neptuno - , hay mucha más gente del pueblo que me puede servir. Yo soy un príncipe, y, como tal, mi sangre es azul. Yo podré bajar a por mi tesoro y nadie me lo impedirá.
- ¡Quedas avisado de lo que te puede suceder! Y si tu sangre es azul como tú dices… ¡el castigo será mayor!

Entonces Amaral desapareció. Seguidamente, el príncipe cegado por su testarudez y por su ambición, decidió descender al fondo del mar en busca de su botín. Mientras se acercaba veía como las sirenas le abrían el paso. Cuando llegó ante el dichoso tesoro, se dispuso a tocarlo y una luz muy resplandeciente lo cegó durante unos instantes… Al recuperar la visión se dio cuenta que tenía cola de pez y que su sangre había quedado esparcida por todo el mar, de manera que ya no se podía ver a través de él. Desde ese día, Neptuno está eternamente condenado a defender un tesoro que jamás será suyo, y con su sangre azul ocultará los misterios de las profundidades del mar.
¿Ahora ya sabéis por qué el mar es azul?