
Al fin pude estar, una vez más, a tu lado.
Pensé caer, y tú me recogiste.
Sábado por la noche y un despertar de domingo genial,
pero volví a separarme de ti.
Y vuelvo a estar igual;
con más ganas de ti y con tu ausencia,
aunque me llevo un cachito de tu corazón en la manga.
Tal vez la distancia no sea nuestra aliada,
pero mis sentidos se alegran de haberte visto.
El mar con tus suspiros de fondo se ruborizó
y produjo oleaje salvaje
y ahí estábamos, para combatir el aire.
Y me llevé la mitad de tu casa, lo reconozco,
pero no lo más importante, que eres tú.
Me encantó descubrir tu ciudad, los portales de ella
y los besos perdidos que quedaron grabados en sus callejones.
Fue todo tan bonito… igual a tu belleza.
La próxima vez, te recibiré en mi pueblo
y los abrazos dejarán huellas por mis calles.
Hasta entonces, seguiré soñando…
*yAiZa*
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