Tal vez, en esa conversación, él sí que tenía razón. Todo podía avanzar mientras iba dando pasos hacia atrás, era más fácil para mí ir adelante que no retroceder. ¿Cúal podía ser el mejor camino? Esa es la pregunta que todos nos hacemos algún día en nuestra vida y que en el momento en que nos la planteamos no puedes responder. Cuando encontramos una valla cada uno escoge su manera de pasarla, unos la saltarían, otros se la llevarían por delante y otros, quizás, darían la vuelta. Así es la vida; una valla que saltar, cada uno pasa a la siguiente a su manera… //// En muchas ocasiones se suele dar la vuelta, en otros, se la llevan por delante, y tal vez, otra solución que se puede encontrar saltar sin más dificultad.
Entré en una nube en espiral
de la cual no podía salir,
hoy la veo y veo que ya no estoy ahí,
que un buen día de ella me despedí.
Y ahora contemplo, recuerdo
y llego a la conclusión de que a todos nos llega una época en que nos hundimos en este círculo vicioso del cual somos esclavos. En otro día, esa mala energía se convierte en un prado tranquilo en el cual encontramos la paz y la serenidad. La vida se basa en esos pequeños momentos que vamos acumulando y si fallan algunos esenciales, nos vemos influidos por el malestar, cuando todos estos se concentran en un determinado espacio de tiempo nos ponemos tristes o notamos que algo nos falta. En cambio, cuando esos momentos imprescindibles en la vida son buenos o alegres, nos sentimos más eufóricos y contentos. Es curiosa la mente del ser humano, es imprevisible el carácter de las personas. Somos débiles, influenciables por palabras de otros, somos egoístas.
26/07/09
[.yAiZa.]
domingo, 26 de julio de 2009
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